Hace ya un año de las investigaciones por parte de CalBattery en la adopción de la combinación Silicio-Grafeno para desarrollar el ánodo de las céldas, había conseguido establecer mejoras en la densidad energética de las mismas en torno a un margen 3-4 veces superior a los resultados obtenidos en tecnología Ion-Litio. Sin embargo, la estabilidad de las céldas y los costes de los procesos de fabricación hace un año resultaban inviables, por este motivo no estararían en los mercados hasta este año “2014” para ofrecer esta tecnología.
La entrada en juego de Argonne National
Laboratory con su proceso patentado para la impregnación de
nanopartículas de Silicio en las capas de Grafeno, dio como resultado
una mejora sustancial en la estabilidad de las celdas manteniendo el
rendimiento con el que CalBattery pretendía dar viabilidad comercial al
desarrollo.
De este modo, y bajo la colaboración a tres
bandas, el resultado final ha sido el anuncio de la viabilidad comercial del Ánodo
de Silicio-Grafeno que promete aportar una densidad energética de 525 Wh por
cada kilogramo de masa. Además, la combinación de Silicio-Grafeno
también promete aumentar la vida útil de las baterías a través de una
mayor tolerancia a los ciclos de carga completos. Aunque quizás lo que
nos resulta más interesante a todos es la reducción de costes estimada
en el 70%.
Para que nos entendamos, pondremos un ejemplo:
Con la tecnología actual un vehículo eléctrico
con unas baterías de 22 Kwh de potencia y 290 Kg de peso en baterías, tienen una densidad
energética de 75,86 Wh/Kg y una autonomía de 210 Km a un precio de unos 2500 € el pack.
Con el mismo peso de baterías y esta nueva tecnología,
la potencia se situaría en 152 Kwh y
la autonomía en 1450 Km aproximadamente
y a un coste de entre 750 a 1000 €. Estas cifras ya si son más razonables
para que el usuario final se convenza del uso de Vehículos eléctricos.
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